lunes, 29 de noviembre de 2010

Barbacoa alemana y Stockholm

Llevo un poco retrasado esto, pero entre viajes, visitas, proyecto y demás cosas no tengo demasiado tiempo. Empezare por el martes de hacer dos semanas, cuando estuve haciendo un poco de vida cultural gastronómica. Aunque estoy pensando ya en las navidades en España, con comida como dios manda, no está de más conocer la gastronomía típica de otros países. Manuel organizo una pequeña barbacoa en casa, aprovechando que hubo un par de días sin lluvia, con unos cuantos amigos, ya que había traído salchichas alemanas y glühwein, creo que se escribe así. Es un tipo de vino que beben caliente por allí en invierno. Aquí y por Bélgica, también lo tienen por estas fechas. La verdad es que no es como el vino español, pero estaba bueno, y calienta cuando hace frío.

Barbacoa en nuestra terraza-balcón-tejado. No sabría muy bien como definirlo.


Con la maleta medio hecha de barcelona, la rehice para dirigirme a Estocolmo hace dos findes. Esta ciudad está compuesta de 14 islas, y la deben llamar la Venecia del Norte, aunque a mi no se me parezca mucho. Fui con Bea, mi compañera de piso, Cora, otra española, y Bartosz, un chico polaco. Allí dormimos los cuatro en una habitación de un amigo de Bea, que estaba de viaje y nos la dejó. Ahorrándonos unos buenos euros, ya que allí todo es carísimo (lo que más me sorprendió, unos 12 euros por medio kilo de pechugas de pollo). A parte, Bea tenía más amigos, que nos enseñaron al ciudad de noche y de día.

A mi me encanto el centro, y aunque hacía frío, tampoco era mucho para lo que puede llegar a hacer allí. Lo malo eran las horas de luz, ya que a las 3:30 ya era de noche, y en seguida parecía que era muy tarde aunque en realidad estuvieses a media tarde. En los dos días que estuvimos hicimos una ruta en barco, en el cual durante una hora nos explicaron la historia de la ciudad y pudimos ver de una pasada gran parte de la ciudad. También visitamos en Vasamuseum. Este museo está centrado en un antiguo barco que reflotaron después de haber estado más de 300 años bajo el mar y sobre el cual te explican la historia comercial y bélica del país.

Nevada del viernes noche, según salimos de un bar de tomar algo.

Bea y yo en el centro.

Stortorget, plaza central, con una especie de mercadillo de navidad.

La calle más estrecha de Estocolmo


Cora, Bartosz y yo en el Vasamuseum.

Fiesta de sábado noche.

Esto por hoy, aunque todavía tengo alguna entrada retrasada, y más que vendrán, ya que tuve visita este finde y tengo los dos próximos también.


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